Lo inhumano del Humanismo ANA PAOLA: DE LA ALEGRIA AL DOLOR
Posible conflicto de intereses impide avances de la investigación
Por José Dosal Hernández
La víspera de la navidad del año pasado, la vida dio un trágico vuelco a la pequeña Ana Paola y sus padres, poniendo a la vez, en evidencia el inhumano sistema de salud con el que contamos los Tamaulipecos.
Un error médico en el costoso Hospital La Salle corto de tajo cruelmente las ilusiones de la pequeña y comenzó un verdadero viacrusis para sus padres que hoy en día hacen esfuerzos sobrehumanos en busca de lograr la pronta y total recuperación de su hija postratada en una silla de ruedas, con dificultades también para hablar, sufriendo además daños oculares.
“Esperamos que se recupere totalmente, pero es tardado, primero Dios”, dice su padre.
Los posibles causantes cómodamente ejercen su profesión de doctores en el mismo centro médico, La Salle.
Pediatra N. Traumatólogo Alberto N y
Anestesiólogo Joel N.
El último, hijo del Secretario de Salud Estatal Vicente Joel Hernández Navarro.
En la Agencia del Ministerio Público Adscrito a la Unidad de Atención Temprana, se abrió la Carpeta de Investigación 2128/2024 por los delitos de responsabilidad médica, lesiones y los que resulten, el proceso está en curso.
El 18 de diciembre del 2023 Ana Paola de 7 años se divertía con sus hermanitos en los juegos mecánicos del Paseo Mendez, cuando sobrevino el accidente, de inmediato sus padres la llevaron al Hospital Infantil, diagnoticandole fractura de fémur.
“De ahí la llevamos a La Salle por ser el mejor hospital”.
Consciente, sin afectaciones cerebrales, los padres optaron por traslado al Hospital La Salle para una intervención quirúrgica, ingresando la madrugada del 19 de diciembre, a las 3 de la madrugada.
Jamás imaginaron que el quirófano era la entrada a un cambio radical de vida, después de ahí ya nada a sido igual.
De acuerdo a la versión de sus afligidos padres la responsabilidad recae en el Anestesiólogo por abandonar la sala de operaciones.
Se produjeron complicaciones cerebrales afectando la movilidad casi total del cuerpo, perdió la vista y el habla.
Durante meses permaneció postrada en una cama, saliendo hasta el mes de abril (25), pero ya en silla de ruedas, paraplejica.
Su madre a denunciando incansablemente la negligencia médica, con poca atención por parte de las autoridades del sector salud.
Las alegrías de Ana Paola y su familia fueron truncadas por la irresponsabilidad de 3 doctores.
Acude constantemente a terapias con la esperanza de volver a ser la misma niña alegre, jugar con sus hermanitos y compañeros de escuela.
La Fiscalía integra la carpeta, debió ser el Tribunal de Arbitraje Médico, sin embargo por un posible conflicto de intereses se optó por la FGJ.