La Comuna; Obregón, Portes Gil y la Cultura
José Ángel Solorio Martínez
Álvaro Obregón, en su primer período presidencial (1921-1924) nombró, como titular de la Secretaría de Instrucción Pública (SIP), a uno de los intelectuales más vigorosos del país: el oaxaqueño José Vasconcelos. Fue el primer proyecto cultural de la posrevolución que intentó llevar masivamente a la sociedad mexicana; se centró en la impresión y difusión de libros y la promisión del arte y la cultura.
Lo articuló desde la SIP, convirtiendo a los maestros en lo que se conoció como misiones culturales.
Dio impulso a la corriente pictórica nacional conocida como Escuela Mexicana de Pintura representada por Rivera, Siqueiros y Orozco. El tiempo dorado del muralismo que trascendió mundialmente.
Auge notable de la cultura y la producción cultural de los artistas mexicanos.
El más completo esfuerzo del gobierno por generar una cultura nacionalista.
En gran parte, debido al genio de Vasconcelos.
Siguió el presidente Emilio Portes Gil, con la estructura dejada por Obregón y Vasconcelos. Centró la atención del presidente, en el rescate del teatro nacional y en eventos culturales de masas. José Joaquín Gamboa, Ricardo Parada León, Carlos Díaz Duffo, dramaturgos formaron la agrupación Comedia Mexicana que luchaba por la “dignificación y enaltecimiento del teatro mexicano”.
A ellos se sumaría la escritora tamaulipeca, Amalia González Caballero Castillo Ledón, quien formaba parte del gobierno del Distrito Federal, y era cercana al presidente Portes Gil.
Nunca como entonces el teatro tuvo un impulso y una atención especial del gobierno.
En esa época, los años 20, las ingenuas comedias españolas -tenían un enorme arraigo en el público mexicano- eran representados por los actores con el habla españolada enfatizando en la pronunciación las letras “c” y “z”.
El interés de EPG y de su colaboradora Castillo Ledón, de cierta forma, ayudaron a nacionalizar el teatro mexicano y a darle con ello un impulso grande a las artes escénicas.
De igual manera, en apoyo al teatro mexicano, firmó un Decreto mediante el cual se establecía que en los teatros nacionales se presentara un porcentaje de obras mexicanas.
Las medidas gubernamentales para incentivar las artes escénicas de EPG creó condiciones para la expansión del teatro y la dramaturgia nacionales. Este acontecimiento, sentó las bases para el crecimiento del teatro mexicano, la dramaturgia y la creación de la ampliación de público.
En el Distrito Federal, en donde colaboraba a instancias del presidente Portes Gil, su paisana González Caballero de Castillo Ledón se desplegaron centros culturales para obreros, desarrollándose centros comunitarios de difusión de las artes.
Como proyectos culturales, aún son insuperables por los gobiernos que les siguieron; las administraciones que les continuaron vistieron la cultura con ropajes de élite hasta llegar a la IV T que, al poner el acento en los programas sociales, soslayó la cultura como responsabilidad estatal.
Fueron insuficientes los 14 meses del gobierno de EPG, para enraizar esos esfuerzos.
Se ve lejano, el día en que la labor de Obregón-Vasconcelos y Portes Gil-Castillo Ledón, regresen como prioridad del Estado.